La retribución flexible permite al empleado sacar más partido a su salario mediante rentas en especie sin que la empresa haya de incrementar los gastos.
Como consecuencia de la grave crisis económica de los últimos años, cada vez más las empresas apuestan por ofrecer a sus trabajadores planes de retribución flexible. Se trata de un sistema que permite al empleado distribuir el cobro de su salario en dos partes: una en efectivo y otra en productos o servicios ofrecidos por la empresa, también conocidos como rentas en especie.
La retribución flexible es una herramienta que permite a los empleados sacar más partido a su salario, sin que por ello la empresa haya de pagar más. Cabe remarcar que se trata de un procedimiento voluntario (tanto para ofrecerlo la empresa como para aceptarlo el trabajador), que es aplicable en los contratos por cuenta ajena mediante novación y que, con carácter general, la flexibilización del salario tiene la duración de un año. Además, es imprescindible saber que la retribución flexible o en especie no podrá superar el 30% de las percepciones salariales del trabajador. Es decir, si un trabajador cobra 30.000 euros anuales, solo podrá recibir 9.000 euros en concepto de retribución flexible.
Según el artículo 42.1 de la Ley 35/2006 IRPF, se consideran rentas en especie “el uso, consumo u obtención de cualquier bien o derecho o servicio que la empresa ofrece gratis o por un precio inferior al mercado, siempre que sea para uso particular del trabajador aun cuando no supongan un gasto real para quien los conceda”. Asimismo, se estimará “dineraria cuando se entregue al contribuyente importes en metálico para que éste adquiera los bienes o servicios”. La mayor parte de las retribuciones en especie forman parte de la base de la cotización del trabajador, por lo que habrá que pagar por ellas a la Seguridad Social. Por tanto, las ventajas que proporcionan son exclusivamente fiscales. Entre los productos que gozan de estas ventajas se encuentran:
1. Tickets de restaurante o vales de comida (hasta 9 euros al día y sujeto a condiciones)
2. Equipos informáticos e Internet
3. Seguro médico que incluye a cónyuge y descendientes (hasta 500 euros anuales por persona)
4. Guardería
5. Seguro de accidentes
6. Transporte (hasta 1.500 euros anuales)
7. Formación
8. Entrega de acciones o participaciones (hasta 12.000 euros anuales)
9. Plan de pensiones (hasta 12.500 euros)
10. Alquiler de la vivienda (hasta un 10% según el caso)
En cambio, entre los productos sin ventajas fiscales encontramos, entre otros, el teléfono móvil, la cuota del gimnasio, la asesoría jurídica o las vacaciones adicionales.
En conclusión, la retribución flexible permite a los empleados sacar más partido a su salario sin que la empresa haya de incrementar los gastos. Una solución que hace aumentar la motivación, la fidelización y los beneficios del trabajador, tal y como deja patente la siguiente gráfica.