La Gestoría Vilanova i la Geltrú quiere incidir en la importancia de contar con códigos de conducta en las empresas, es decir, con recopilatorios de normas éticas en el trabajo. Reglas que prescriben en qué condiciones éticas han de realizar su trabajo los empleados y las consecuencias de infringirlo, como sancionar a los trabajadores.
¿En qué consisten los códigos de conducta de las empresas?
Estos documentos, también conocidos como códigos éticos, inciden en los mecanismos con los que cuentan las empresas para hacer cumplir a sus empleados la cantidad y calidad de horas de trabajo, así como su forma de ejecución, en unas condiciones óptimas.
Se trata de instrucciones que no solo se centran en los aspectos laborales (contenidos, especialmente, en el Estatuto de los Trabajadores y en el convenio colectivo específico del sector), sino también en cuestiones relativas a comportamientos, imágenes y demás cuestiones relacionadas con la actividad concreta que se desempeña.
En primer lugar, es preciso señalar que hay base legal para la exigir la validez jurídica del código de conducta, dado que el Estatuto de los Trabajadores faculta a la empresa para dirigir los trabajos de los empleados. También establece la obligación de estos de trabajar con diligencia y siguiendo las indicaciones regulares de los directivos.
Los tribunales, por consiguiente, suelen aceptar la eficacia jurídica de estos códigos éticos. Más allá de que la mayoría de ellos no ha sido incorporada a los convenios colectivos en cuestión, lo que habría implicado su aprobación por parte de los trabajadores de la empresa. Cuando esto sucede, su cumplimiento se vuelve más efectivo, pero también se dificulta la introducción de cambios que puedan resultar interesantes.
De hecho, una de las complicaciones que se están comprobando en los códigos de conducta al uso es su escasa adaptación a las nuevas condiciones de trabajo de numerosas empresas. La escasa previsión de determinados cambios en las dinámicas laborales, como el incremento de la utilización de dispositivos de conexión de datos o actividad en las redes sociales, dificulta la capacidad de las directivas de las empresas para hacer cumplir las premisas básicas de las empresas.
Los códigos de conducta empresariales han sido ideados para satisfacer unos objetivos concretos. Los siguientes:
– El cumplimiento de los acuerdos de la firma con terceros, los cuales tienen que estar sujetos a parámetros de calidad específicos.
– La estricta observancia de las normativas especializadas de cada sector.
– El control de las prácticas internas de la empresa, como, por ejemplo, en el uso de los recursos económicos y equipamientos corporativos.
Por otra parte, con el fin de garantizar que el código ético de una empresa sirva para cumplir sus finalidades, este ha de caracterizarse por estos parámetros:
– Precisión y claridad. Hay que concretar los supuestos e, incluso, introducir ejemplos.
– Fijar un régimen sancionador previsible, riguroso y exigible.
– Publicitar suficientemente dicho documento, de manera que sea conocido por todos los empleados.
– Descartar la tolerancia con el incumplimiento, pues conduce a la inobservancia e inseguridad.
En definitiva, requisitos para crear un código de conducta eficaz. Nosotros te ofrecemos la atención que necesites para ayudarte con el tuyo.