El Gobierno aprobó el pasado diciembre la Ley de fomento del ecosistema de las empresas emergentes, conocida como la Ley de Startups, que favorece notablemente este sector y flexibiliza los requisitos necesarios para que las empresas de nueva creación se consideren emergentes y, por tanto, puedan acogerse a los beneficios de esta nueva ley.
Para ser consideradas Startups, las empresas no deben superar los 5 años de antigüedad (o 7 en sectores como la energía, biotecnología o industria); tienen que ser completamente independientes de otras empresas; no pueden cotizar en mercado de valores ni distribuir dividendos; han de estar establecidas permanente en el territorio nacional y tener un 60% de la plantilla contratada en España; y su volumen de negocio no puede superar los 10 millones de euros. Además, deben demostrar un carácter innovador, desarrollando productos u ofreciendo servicios nuevos o mejorados.
¿Qué beneficios aporta la Ley de Startups?
La Ley de Startups es la primera de Europa en dar apoyo específico a este sector, y su objetivo es facilitar la creación y desarrollo de empresas emergentes que impulsen el crecimiento económico.
Con el fin de agilizar los trámites administrativos, se establecerá una única ventanilla telemática para su certificación, no se necesitará el número de identificación de extranjero (NIE) para los inversores no residentes, solamente el número de identificación fiscal (NIF), y se rebajarán al mínimo coste los aranceles notariales y registrales.
La retención del talento nacional y la atracción del internacional es uno de los propósitos de esta ley. Para ello, se facilitará la obtención del visado y la residencia a trabajadores extranjeros altamente cualificados, como también de trabajadores no residentes durante por lo menos 5 años.
Con tal de mejorar el intercambio de conocimiento, se regularán los entornos de prueba y sandboxes, y se permitirá probar su innovación durante un año, en un entorno controlado para evaluar su utilidad, viabilidad e impacto en diferentes sectores
Estas empresas disfrutarán también de atractivos incentivos fiscales: Se reducirá el tipo del Impuesto de Sociedades del 25% al 15%; en el caso de entregar acciones o participaciones a los empleados, el importe de exención aumentará de 12.000 a 50.000 euros anuales; y el tipo de deducción por inversión se incrementará del 30% al 50% y se ampliará la base máxima de los 60.000 a los 100.000 euros al año.
Emprender no es una tarea sencilla, y por eso la entrada en vigor de esta ley resulta muy beneficiosa para todas las Startups y para aquellas personas que quieran adentrarse en el mundo de las empresas emergentes.