Crecer como empresa es apasionante… pero también complejo. Surgen decisiones que no solo afectan al modelo de negocio, sino también a tu bolsillo (léase: Hacienda) y a tu futuro como organización. Una de las grandes dudas que aparece en ese camino es: ¿debería estructurarme como un holding o como un grupo empresarial?
Aunque a simple vista pueden parecer lo mismo —y en muchos medios se utilizan indistintamente—, hay diferencias importantes que afectan tanto a nivel fiscal, jurídico, organizativo como estratégico. Y conocerlas puede marcar la diferencia entre crecer con estabilidad o con problemas.
Este artículo está pensado para ti, empresa que estás creciendo, pensando en adquirir o escindir sociedades, o preparándote para una reestructuración. Aquí te contamos, en un lenguaje claro y directo, qué distingue a un holding de un grupo empresarial, y cómo puede impactar en tu estrategia.
¿Qué es un holding?
Un holding es una empresa matriz que posee la mayoría de las acciones o participaciones de otras empresas —las llamadas “filiales”— con el objetivo principal de controlar su gestión y decisiones estratégicas. No necesariamente opera en el mercado, sino que actúa como “cerebro” financiero y estratégico del conjunto.
Ejemplo: una empresa que, tras años de operar con éxito, crea o adquiere otras empresas complementarias (logística, IT…), y decide centralizar la propiedad en una sociedad matriz para gestionar mejor todo el grupo.
¿Qué es un grupo empresarial?
Un grupo empresarial, en cambio, es un conjunto de sociedades que están vinculadas por una relación de control o dependencia, pero no necesariamente existe una estructura jurídica formal como en el holding.
Aquí puede no haber una sociedad matriz, o puede haberla sin que tenga un papel tan claro. Lo importante es que existe una unidad de decisión, aunque las empresas puedan operar con relativa autonomía.
Ejemplo: una empresa familiar con varias sociedades (una inmobiliaria, una comercializadora, una de inversiones) donde todas son gestionadas por el mismo núcleo familiar, aunque legalmente sean independientes.
Entonces… ¿cuál es la diferencia entre holding y grupo empresarial?
Aunque ambos modelos agrupan varias sociedades, su funcionamiento y propósito son muy distintos. Vamos a explicarlo de forma clara.
Un holding es una empresa matriz que posee participaciones en otras. Su principal función es controlar y tomar decisiones estratégicas. No suele vender productos ni ofrecer servicios directamente. Su papel es más bien financiero y de dirección.
El control se ejerce a través de la propiedad: el holding tiene la mayoría de las acciones o participaciones de sus filiales. Además, la estructura suele estar muy bien definida a nivel jurídico.
Todo gira en torno a un centro de mando claro y centralizado.
En cambio, un grupo empresarial es un conjunto de empresas que están relacionadas entre sí, pero no necesariamente a través de una propiedad directa. Lo que las une es una unidad de decisión.
Puede que compartan socios, dirección o estrategia, aunque cada una mantenga su actividad propia.
Aquí, el control no siempre viene por la propiedad, sino por acuerdos, dependencia económica o vínculos familiares. Y la estructura suele ser más flexible y menos formalizada que en un holding.
En resumen:
- El holding controla por propiedad y tiene una estructura centralizada.
- El grupo empresarial se coordina por decisión común, aunque las empresas puedan ser independientes entre sí.
¿Por qué es importante esta diferencia?
Porque afecta a cómo tributas, cómo te financias, cómo estructuras tu equipo directivo y cómo tomas decisiones clave.
Implicaciones fiscales: donde Hacienda pone el ojo
Una de las razones principales por las que se crean holdings es precisamente la eficiencia fiscal. Estas son las principales implicaciones a tener en cuenta:
1. Régimen de consolidación fiscal
- Solo accesible si existe un holding, no simplemente un grupo informal.
- Permite compensar pérdidas y beneficios entre empresas del grupo, lo que reduce el pago de impuestos.
- Requisitos: participación mínima del 75%
2. Exención en la venta de participaciones
- Un holding puede beneficiarse de la exención del 95% en el Impuesto sobre Sociedades si vende participaciones en filiales, siempre que cumpla ciertos requisitos (participación mínima, antigüedad…).
- Esto no aplica automáticamente a un grupo empresarial sin estructura jurídica definida.
3. Dividendo entre sociedades
- En un holding, los dividendos recibidos de las filiales pueden estar exentos de tributación si se cumplen condiciones.
- Esto permite repatriar beneficios sin peajes fiscales innecesarios.
4. Control de riesgos y fiscalidad internacional
- Si operas en varios países, el holding te permite diseñar una arquitectura fiscal eficiente, aprovechando convenios internacionales para evitar la doble imposición.
Implicaciones estratégicas y operativas
Aunque muchas empresas crean un holding por motivos fiscales, los beneficios van más allá:
Control centralizado – Permite tomar decisiones estratégicas desde una sola dirección, sin necesidad de intervenir directamente en la operativa diaria de cada sociedad.
Protección patrimonial – Al separar sociedades operativas (con riesgo) de la holding (que no tiene actividad comercial), proteges los activos y el patrimonio de posibles embargos o conflictos.
Atracción de inversores – Un holding profesionalizado puede resultar más atractivo para inversores, ya que permite canalizar la inversión hacia el grupo sin tener que lidiar con cada sociedad por separado.
Planificación sucesoria o de relevo generacional – Especialmente útil para empresas familiares, porque permite planificar el relevo con más claridad y separar propiedad de gestión.
¿Qué estructura me conviene si quiero crecer?
Depende.
- ¿Tu prioridad es la eficiencia fiscal y el control estratégico a largo plazo? → Considera un holding.
- ¿Tienes varias empresas, pero no necesitas una estructura jurídica tan compleja? → Un grupo empresarial puede ser suficiente.
- ¿Estás empezando a crecer y quieres prever una estructura escalable? → Mejor anticiparse con una arquitectura tipo holding.
⚠️ Pero atención: no todas las empresas están en el momento adecuado para dar este paso. Requiere análisis legal, fiscal y estratégico.
¿Puedo tener un grupo empresarial sin constituir un holding?
Sí. De hecho, muchas empresas operan como grupo empresarial sin haber constituido formalmente un holding. Basta con que haya una unidad de decisión común: por ejemplo, que todas las sociedades estén dirigidas por los mismos socios, compartan estrategia o recursos.
Ahora bien, si ese grupo no cuenta con una estructura jurídica clara, como la que ofrece un holding, no podrá beneficiarse de ciertas ventajas fiscales, como la consolidación fiscal o la exención en la transmisión de participaciones. Es decir, a efectos fiscales y de planificación, no es lo mismo tener un grupo que tener un holding bien estructurado.
¿Un holding paga menos impuestos?
No por sí solo. Pero sí permite aplicar estrategias de optimización fiscal que no están al alcance de una estructura convencional.
Por ejemplo, bajo determinadas condiciones, un holding puede acogerse al régimen de exención de dividendos o de plusvalías por la venta de participaciones, así como optar al régimen de consolidación fiscal.
Esto no significa eludir impuestos, sino aplicar los beneficios fiscales que reconoce la normativa tributaria cuando hay una estructura empresarial bien definida y justificada. Eso sí: todo debe estar debidamente documentado y respaldado por una operativa real. No basta con crear una sociedad sin actividad para ahorrar impuestos.
¿Es lo mismo una sociedad patrimonial que un holding?
No, y es una confusión habitual.
Una sociedad patrimonial se limita a gestionar activos (inmuebles, acciones, cuentas…) y no suele tener actividad económica. De hecho, Hacienda la trata de forma específica porque no genera valor productivo.
En cambio, un holding es una sociedad operativa a través de la cual se dirige y gestiona activamente un grupo empresarial. Aunque su actividad principal sea la tenencia de participaciones, sí realiza funciones de control, estrategia o servicios de dirección, lo que la convierte en una entidad empresarial con propósito económico.
¿Cuándo es el mejor momento para crear un holding?
Cuando la empresa empieza a evolucionar desde una única sociedad hacia una estructura más compleja. Estos son algunos indicadores claros de que puede ser el momento adecuado:
- Estás creando o adquiriendo nuevas empresas
- Quieres separar líneas de negocio (por ejemplo, comercial y patrimonial)
- Buscas proteger determinados activos o aislar riesgos
- Tienes socios que entran o salen del capital social
- Estás pensando en el relevo generacional o en vender parte del grupo
- Planeas internacionalizarte
En todos estos casos, un holding bien estructurado puede simplificar la gestión, reducir la carga fiscal y aumentar la seguridad jurídica del grupo.
📌 ¿Te reconoces en alguno de estos escenarios? Entonces te interesa leer nuestra guía detallada: Cómo crear una sociedad holding sin morir en el intento
No es solo una estructura: es cómo creces, proteges y decides
Comprender la diferencia entre holding y grupo empresarial no es un tecnicismo. Es una decisión clave que puede ayudarte a escalar con control, proteger tus activos y tomar decisiones con visión de futuro.
En Solfico diseñamos estructuras sólidas, eficientes y adaptadas a la realidad de cada negocio. Porque crecer sin planificación puede salir caro. Pero crecer con estrategia es sinónimo de estabilidad, orden y oportunidades.
¿Estás valorando crear una nueva sociedad, diversificar tu actividad o preparar tu empresa para una futura venta o relevo generacional?
Ponte en contacto con nosotros. Estaremos encantados de ayudarte a trazar la mejor ruta para tu crecimiento.